¿DÓNDE SE DESCRIBE EL ARREBATAMIENTO EN EL APOCALIPSIS?
Mateo 24:27-31
“Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida [parousia] del Hijo del Hombre. Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas. E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”.
Lucas 21:27-28
“Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca”
Apocalipsis 14:14-16
“Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada” (comparar con Ap 1:7).
Apocalipsis 6:14,16; 7:9,13-14
“Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla. . . y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero. . . Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos . . . Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero”.
Alguien podría objetar que estamos sacando estos pasajes de su contexto. En realidad, si uno examina cada contexto, se dará cuenta de que antes de cada pasaje se menciona la persecución escatológica del pueblo de Dios, y después de cada pasaje se menciona la ira escatológica de Dios. ¡Entonces el hilo cohesivo de continuidad es mucho mayor que lo que se menciona aquí! Para un estudio más detallado, consultar nuestro Comentario del Apocalipsis en este mismo blog.